Yoga                        
     

Lic. Nancy Nakazato

 

 

 

Aprender a Respirar y es Aprender a Vivir

 

     Mientras el ser humano no sepa cómo respirar adecuadamente no llegará a adueñarse de su mente, de su cuerpo y de su espíritu. Podemos pasar varios días sin comer o beber, pero sin aire la vida seria imposible. Nuestras células reciben su provisión de oxígeno a través de la sangre. Cuando por las arterias circula una sangre pobre en oxígeno, queda menguada la vitalidad de cada una de las células. En la acción de respirar los occidentales atribuyen la primacía a la inspiración.

 

     El Yoga, en cambio afirma que toda buena respiración comienza por un exhalación completa y lenta como condición fundamental. No se puede llenar un recipiente si antes no ha sido vaciado. Es imposible inspirar bien si antes no se ha exhalado a fondo. ¿Cuántos de nosotros somos concientes de esto?.

     Todos los trastornos orgánicos o funcionales que son el origen de las enfermedades, pueden ser, sino totalmente remediados, al menos sí aliviados por medio de la respiración voluntaria. La respiración es el método más eficaz del que disponemos para aumentar la resistencia del organismo. Hay una inmunidad natural que depende de la respiración.

 

     A su vez aprendiendo las distintas técnicas respiratorias yógicas, el movimiento diafragmático produce un masaje interno de los órganos abdominales. El hígado se descongestiona, se previene la formación de cálculos en la vesícula, se activan los movimientos peristálticos del tubo digestivo y fundamentalmente se armonizan nuestros centros de energía. No sólo inspiramos oxígeno, sino también Prana, energía.

 
         
       
       
       
       
       
       
       
       
       
       
       
       
       
       
                 
                 
 

    En casos de trastornos las diferentes técnicas respiratorias tienen funciones específicas, no sólo en lo que involucra a los pulmones sino también por ejemplo, técnicas respiratorias que disminuyen problemas nerviosos, armonizan el funcionamiento de nuestro cuerpo, descongestionan problemas de garganta (anginas), regulan al aparato digestivo (estreñimiento), aumentan la capacidad pulmonar (tabaquismo), regulan el ritmo cardíaco (taquicardias), y mejoran los problemas de hipertensión y stress.

 

     De esta manera podríamos procurarnos un "botiquín de técnicas respiratorias" para recurrir a él antes que las medicinas.

 

     El descubrimiento de estas técnicas, pueden ser un camino para descubrir mi verdadero yo, una forma de lograr la armonía mente, cuerpo y espíritu al que aspira el Yoga.

Lic. Nancy Nakazato